viernes, 10 de julio de 2009

desahogo


De las destrezas que uno adquiere durante su vida suelen nacer las victorias del día a día. Cuando una persona madura, va advirtiendo al tiempo la necesidad de usar el silencio y la conveniencia de tomar la palabra, pero sobre todo ha de medir la profundidad y cuantía de aquello que salga de su boca.
Siempre he odiado estar obligado a ejercer ese control sobre uno mismo y sobre los demás. En gran parte por el esfuerzo que le supone a una persona como yo, pero por otra por el estancamiento que provoca en las relaciones y sobre todo en la "verdad". Sé que es utópico e incluso una mala forma de gestionar las comunidades o grupos pero particularmente me exaspera hacer preguntas y que vadeen las respuestas, exponer una opinión limpia y encontrar contertulios con miedo a expresar su verdadero sentir, respuestas politicamente correctas o silencios salvaculos. Este post no intenta el convencimiento ni busca explicaciones; las conozco perfectamente y entiendo cuales son las razones por las que todo funciona así, incluso pienso que dificilmente podrían funcionar de otra manera. Este post solo vive para el desahogo de alguien que se cansa de hacer las cosas como no quiere, como obliga la supervivencia en una sociedad competitiva, trepa y basada en saber esconder, driblar la respuesta y sobre todo aprovechar la palabra de otro en beneficio propio.

No hay comentarios: